¿Es bueno o malo limpiar las monedas?
El tema de la limpieza de monedas es Algo que divide a los aficionados y expertos. A continuacion, exploraremos Las razones a favor y en contra de limpiar monedas y Las mejores practicals si decides hacerlo.
Carlos Escudero
9/19/20243 min read


¿Por qué querrías limpiar tus monedas?
La razón más común para limpiar monedas es estética. El paso del tiempo, el manejo y la exposición al ambiente pueden hacer que una moneda pierda su brillo y se cubra de suciedad o pátina, una capa que se forma naturalmente en muchas monedas de metal. Para alguien sin experiencia en la numismática (el estudio y coleccionismo de monedas), es natural pensar que devolverle el brillo original a una moneda aumentará su valor.
Además, podrías tener monedas con manchas severas o residuos que parezcan arruinarlas. Ante esta situación, podrías pensar que una buena limpieza solucionará el problema. Pero, antes de coger el limpiador más cercano, hay muchas razones para ser cauteloso.
¿Por qué NO deberías limpiar las monedas?
1. Pérdida de valor
Una de las reglas más importantes en la numismática es que la mayoría de las monedas pierden valor cuando se limpian. Los coleccionistas y profesionales valoran la autenticidad y la historia que una moneda muestra a través de su pátina y desgaste natural. La pátina en particular es apreciada, ya que es una capa de óxido que protege la moneda y da testimonio de su antigüedad. Al limpiar una moneda, es probable que elimines parte de esta pátina, lo que puede reducir significativamente su valor.
2. Daño irreversible
Limpiar una moneda de manera incorrecta puede causar daños irreparables. Frotar o utilizar productos abrasivos puede rayar la superficie, alterar los detalles finos y cambiar su apariencia de manera permanente. Incluso una limpieza que parece menor a simple vista puede dejar marcas microscópicas que serán notadas por un coleccionista experimentado, bajando así el valor de la moneda.
3. Autenticidad y originalidad
El desgaste natural y la suciedad superficial cuentan una historia sobre la moneda, su uso y su viaje a través del tiempo. Al eliminar estos signos, estás borrando parte de esa historia, lo que disminuye el valor para muchos coleccionistas que prefieren que las monedas se mantengan lo más originales posible.
¿Cuándo se puede considerar limpiar una moneda?
Existen algunas excepciones en las que limpiar una moneda puede ser aceptable. Por ejemplo, si la moneda ha sido encontrada en el suelo, cubierta de barro o tiene algún tipo de sustancia corrosiva que esté deteriorando el metal activamente, puede ser necesario limpiarla para evitar más daños. Sin embargo, es crucial hacerlo con mucho cuidado y conocimiento.
1. Monedas sin valor numismático
Si tienes monedas que no son de colección o cuyo valor no se basa en su condición, como monedas modernas o extranjeras que solo tienen valor sentimental, limpiarlas puede no tener un impacto negativo.
2. Sustancias corrosivas
Si la moneda está cubierta de una sustancia que podría causar corrosión activa, como tierra, químicos o residuos orgánicos, podrías necesitar limpiarla. En estos casos, es mejor recurrir a un método suave, como sumergir la moneda en agua destilada o jabón neutro, sin frotar ni utilizar materiales abrasivos.
Cómo limpiar monedas correctamente (si decides hacerlo)
Si después de considerar los riesgos, aún decides limpiar una moneda, es importante hacerlo de la manera más segura posible:
1. Agua destilada: Evita usar agua del grifo, ya que puede contener minerales y productos químicos que podrían dañar la moneda. Usa agua destilada para remojarla y eliminar suciedad superficial.
2. Jabón neutro: Si es necesario, puedes usar un poco de jabón neutro diluido en agua destilada para eliminar residuos más difíciles. Asegúrate de no frotar la moneda y simplemente remójala.
3. Secado con aire: Nunca frotes la moneda con un paño o papel, ya que esto puede rayar la superficie. Deja que se seque al aire o sécala suavemente con un paño de microfibra, si es absolutamente necesario.
4. Evita los productos químicos: Los limpiadores químicos, como los que se venden para pulir metales, pueden ser extremadamente dañinos para las monedas y eliminar completamente la pátina natural.
Conclusión
En la gran mayoría de los casos, no es recomendable limpiar monedas. Lo que parece una mejora estética a corto plazo puede convertirse en una pérdida significativa de valor. A menos que una moneda esté gravemente dañada por sustancias corrosivas, es mejor dejarla como está. Los coleccionistas valoran la historia que cada moneda lleva consigo, y parte de esa historia se refleja en su aspecto actual.
Si tienes dudas sobre la limpieza o el valor de una moneda en particular, lo más prudente es consultar con un experto en numismática antes de tomar cualquier acción.